Las salidas pedagógicas o actividades fuera del aula, son un gran recurso para ayudar en el aprendizaje de los estudiantes en todos los ámbitos en que se aplique, entendemos que la escuela es una comunidad de aprendizaje y un nudo educativo -formado por profesionales,
familiares y alumnado- dentro de un territorio, por lo tanto debe estar relacionado directamente con él.
Para que se produzca aprendizaje son necesarias dos cosas: la participación -de la mayoría o, al menos, una buena parte- y el proceso.
Son actividades que presentan grandes potencialidades, armonizando la curiosidad del alumno con una actitud
investigativa; que promueven el conocimiento, las habilidades y actitudes, en el sentido
de una mejor percepción y apreciación de los recursos naturales.
El docente determina los
contenidos que deben ser explicados antes de la salida pedagógica y resume ideas al
finalizar la actividad, el estudiante registra las observaciones y realiza anotaciones, escribe sus conclusiones y realiza las preguntas o dudas que hayan surgido durante las actividades propuestas.
Aquí podemos ver a los estudiantes de primer grado recorriendo un vivero y conversando con su dueño.